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Bienvenido/a a tí que en este momento has conectado con nuestra página. Pueden ser varias las motivaciones que te han traído hasta este espacio, esperamos que lo que encuentres te aporte algo valioso. Si en el transcurso de esta interacción te surge algo que quieras comunicar, háznoslo saber, para eso estamos.

Hemos creado esta asociación: Besarkada-Abrazo con el fin de ofrecer un apoyo, un recurso a todas las personas afectadas por el suicidio de un ser amado.

Somos una asociación, que pretende ser un espacio abierto y tolerante con cualquier posicionamiento fruto de la diversidad humana. Nos unimos a todo el que se acerque desde la condición humana, desde el más absoluto respeto hacia cada persona.

Elegimos este nombre, porque quienes hemos iniciado esta asociación, coincidimos en que lo más profundo que nos ha llegado y nos llega en las muestras de acompañamiento es el abrazo, profundo, silencioso, sin prisas. En ese acto, sentimos que podemos descansar, comprendidos, respetados, amados.

Hemos vivido la experiencia, tan traumática, tan demoledora, de la muerte por suicidio de una persona a la que amamos.

Este tipo de muerte nos ha hecho descubrir lo que es vivir un duelo en soledad, sin saber, sin poder compartir estas vivencias con otras personas a las que les ha pasado lo mismo. Y nos encontramos con que la sociedad tampoco está preparada para ello, miradas silenciosas, huidizas, andares que desvían su dirección para no encontrarse con nosotros, porque no saben qué hacer, qué decir. Soportamos la etiqueta estigmatizada: “a ésa se le suicidó un(a)…” Y tantas veces oímos eso de… “ya ha pasado tiempo, tienes que superarlo” “me cansa que sigas estando mal” “ya es hora de que vivas la vida”….

Sin embargo está ocurriendo, los números de muerte por suicidio asustan y nos sobrecogen. Del mismo modo, los de los que quedamos aquí, absolutamente afectados, aumentamos sin cesar.

Este silencio sólo contribuye a que esta realidad continúe su ritmo sobrecogedor y a que la sociedad no sepa de ella. Sin embargo, está demostrado que una política de prevención que incida en todos los aspectos que rodean este fenómeno revierte en UNA DISMINUCIÓN DEL NÚMERO DE SUICIDIOS Y POR TANTO DEL NÚMERO DE AFECTADOS POR SUS CONSECUENCIAS. Queremos que lo que hemos vivido y estamos viviendo, le pase al menor número de personas posible. Como afectados consideramos que somos una parte importante dentro de esta realidad, un recurso necesario, y nos proponemos intervenir en tres vertientes principales:

1.- Acoger, compartir nuestra vivencia con las personas que están sufriendo esta pérdida: acompañarnos en este proceso tan duro de ir transitando por el dolor y los sentimientos que lo acompañan para poder llegar a integrar esta experiencia en nuestra vida. Para ello contemplamos tanto un espacio de apoyo individual, como en grupo adaptándonos a las necesidades que cada persona requiera.

2.- Realizar una tarea de prevención de vertiente social, que incluye:

. rescatar la voz y dignidad de las personas que ya no están, de las que aquí quedamos, y de las que ahora mismo están sufriendo enormemente (llegando algunas de ellas a tener ideas suicidas, incluso en algunos casos, como consecuencia del suicidio previo de un ser querido).

. la sensibilización y educación de la sociedad, que en definitiva somos las personas, y que en su conjunto está en “pañales” a la hora de tener conciencia de la dimensión de la realidad del suicidio. Vivimos en una sociedad que transmite unos valores ideales encaminados a conseguir altas cotas de felicidad, del disfrute, obviando que también el sufrimiento es parte inherente de nuestra condición humana. Consecuencia de ello es que a nivel de calle, ¿cuántas personas, desde niños hasta mayores están sufriendo ahora mismo en silencio? ¿A quién decirle lo que estamos sintiendo si intuimos que a quienes podamos abrir nuestro sentir, no sólo no nos van a entender, sino que va a haber un rechazo porque ellas mismas se van a asustar, porque no saben cómo responder ni cómo actuar? Y el sufrimiento, si no se habla, si no se comparte, si no se trabaja, puede coger una intensidad tal, que a veces, demasiadas veces, desemboca en resultados fatales.

3.- Colaborar, promover, participar en proyectos (incluidos los de investigación) con otras entidades que contribuyan a profundizar en esta realidad y en consecuencia a intervenir de forma más eficiente en su tratamiento.

Por todo esto os invitamos a participar, tanto a las personas directamente afectadas, como a todas aquellas que estáis sensibilizadas con esta realidad. Os acogemos gustosamente.